óvenes, niños y adultos de toda clase social y hasta turistas prefieren comer este dulce y nutritivo alimento antes que la comida chatarra.
En el sector más colorido del mercado Camacho, en pleno centro de La Paz, se encuentran los famosos puestos de ensalada de frutas, preferidos por muchos clientes de esta ciudad, quienes sin importar el nivel económico o clase social las consumen como un antojo de media mañana, para algunos será un rápido y nutritivo almuerzo y para otros hasta una cena.
“Caballero, señorita, señora, joven una ensalada de frutas, un vitamínico, pase a servirse. Con yogur, con coco, con chocolate, ¿con qué vas a querer caserito, casera, para llevar o para comer aquí quieres...?”, se escucha de rato en rato, es la oferta de las caseras que se encuentran cerca del sector donde se venden frutas.
Frutas de temporada como plátano, papaya, kiwi, piña, mango, sandía, frutilla, uva, manzana y otros componen una porción servida en una fuente sopera mediana a un precio de seis y siete bolivianos, que incluye yogur con el sabor de preferencia del cliente, además contiene coco, chocolate y gelatina.
En cada uno de los puestos de venta, claramente identificados como Jugos Sarita, Doña Chela, Jugos Claudia, Jugos Aidita, Jugos Rosita y Jugos La Colmena, atienden dos personas, aunque a veces no abastece.
Dos minutos son suficientes para elaborar un plato con frutas cortadas en cuadrados, redondos, bastoncitos y rebanadas.
El plátano y la papaya son la base de este alimento, compuesto también por frutas anaranjadas, amarillas, verdes y los más llamativos como la frutilla y algunas uvas negras o moras.
Mientras pica con destreza cada una de las frutas, la señora Sara Gonzales, del puesto 2 de jugos Sarita, quien desde hace 35 años vende en este sector, le cuenta a Cambio que inicialmente la gente consumía los licuados de leche con cualquier fruta, posteriormente se hicieron famosos los jugos multivitamínicos, que equivalen a las ensaladas, sólo que licuado.
Sin embargo, destacó que hoy el paladar de los paceños prefiere este alimento, colorido, dulce, fresco y económico en valor monetario, pero con alto valor nutricional.
“La gente muchas veces prefiere servirse una ensalada de frutas a un almuerzo y ya nos conocen y vienen con confianza porque les damos un buen trato”, afirmó.
Varios comensales que degustaban la ensalada afirmaron que por lo menos dos veces a la semana o cuando tienen tiempo se sirven este alimento por ser más sano que la comida chatarra.
Otros resaltaron la limpieza, la cantidad y calidad del producto en comparación con confiterías o restaurantes, donde la variedad de frutas es menor, de igual manera la cantidad y con un precio relativo o inclusive el doble.
“Tenemos toda clase de clientes, pero los principales son los de las oficinas, la gente que trabaja por aquí en los bancos, por ejemplo, que nos hace el pedido por teléfono y tenemos que cumplir”, dijo la vendedora del puesto 3 Jugos Claudia.
Es por eso que la jornada arranca desde muy temprano. “En la mañana tenemos que ver la forma de preparar lo más rápido posible, porque luego no tenemos tiempo”, indica Sara.
Es destacable que la Intendencia certificó que las normas de seguridad e higiene son cumplidas a cabalidad por las comerciantes.
A diario se acercan cerca de 1.000 consumidores
De acuerdo con el testimonio de Sara Gonzales, vendedora del mercado Camacho, al día vende aproximadamente 200 ensaladas de frutas. Considerando que los siete puestos tienen más o menos similar movimiento se concluye que son al menos 1.000 ensaladas las que diariamente se venden en este centro de abasto.
“Gracias a Dios en todo el día y hasta la noche seguimos preparando las ensaladas, unas 200 ensaladas preparamos todos los días. Esto es más o menos igual para todas, estamos en un mercado”, señaló.
Puntualizó que en las horas pico, de 12.30 a 14.00, a veces entre dos personas les cuesta abastecer la demanda.
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