¿Quién no ha escuchado hablar del vino espumoso de Champagne? Aquel cuyos orígenes data de varios siglos de la región de Champagne en el noreste de Francia. Aquel que cruzó fronteras y que se conoce como Champagne en Estados Unidos; Spumanti en Italia; Cava en España; Sekt en Alemania y champán o vino espumante o vino burbujeante en Latinoamérica.
No sólo hemos escuchado, sino que lo hemos degustado, pues los espumantes son símbolo excepcional y tradición que destaca el menú de los más grandes e históricos acontecimientos. Aquí te ofrezco algunos consejos a la hora de servir, acompañar y degustarlos.
Cuándo tomarlos
En muchas ocasiones, no únicamente en eventos especiales como bodas, aniversarios, bautizos, actos deportivos, desayuno-almuerzos, cenas, fiestas, hasta en un encuentro inesperado que puede tornarse romántico.
Tipos
Los vinos espumantes pueden ser secos, más secos, dulces, semidulces o más dulces, de acuerdo con el tratamiento que reciben, es decir, al ‘dosaje’ de azúcar. En la etiqueta claramente podrás leer:
Extra Brut o totalmente seco (seco sin nada de azúcar).
Brut o muy seco (es el más popular – menos de 1.5 por ciento de azúcar)
Sec o seco (medianamente dulce – de 1.7 a 3.5 por ciento de azúcar)
Demi-sec o semiseco (dulce – entre 3.3 a 5 por ciento de azúcar)
Doux o semidulce (muy dulce – sobrepasa el 5 por ciento de azúcar)
Color del champagne
Varían de color, desde un oro pálido suave hasta un rosa-damasco o rosa intenso, dependiendo también del azúcar y del tipo de uvas utilizadas, Chardonnay, Pinot Noir, etc. Un súper blanco, por ejemplo, es un ‘blanc de blancs’.
Marinaje
No es cierto que los espumantes únicamente sean servidos con aperitivos. Hoy en día, con tantas culturas y diversidad de platos y sabores, puedes acompañar diferentes menús, sólo tienes que encontrar el combinado perfecto. Los Extra brut o Blanc de Blancs acompañan los aperitivos. El brut o blanc de noir con un plato principal y finalmente el semiseco con un postre. En general, los espumantes van bien con caviar, champiñones, pastas con crema, y con la mayoría de pescados y mariscos; servidos con aperitivos, van con cualquier tipo de nueces y vegetales.
Tipos de copa
Existen varios tipos de copas para los espumantes; sin embargo, para que sepan más exquisitos, las copas son delgadas, en forma de flauta o tulipán, de tallo alto. Estas copas ayudarán a mantener las burbujas.
Temperatura y descorche
Los espumantes se los toma fríos pero nunca helados. Puedes enfriar la botella en el refrigerador o en un balde o champañera con un poco de hielo unos 15 o 20 minutos antes de servirlo. Para descorcharlo, utiliza una toallita o un paño para sostener la botella con una mano y abrir con la otra. Realiza la operación suavemente para evitar que el corcho salga rápidamente y se pierda la efervescencia.
Cómo servir la champaña
La sirves el momento de tomarla para retener las burbujas. Al verter, sirve pequeña cantidad primero para humedecer la copa, y luego un poco más; nunca la copa llena. Si la vas a servir en una cena formal, la copa va encima del o los cuchillos, es decir, al lado derecho del plato, cerca del agua.
El champagne, champaña, o vino espumoso, es el único vino versátil compatible con cualquier comida, excepto con carnes y algún postre dulce -para mi gusto-. Puedes beberlo en cualquier ocasión sin mayores excusas, sólo necesitas un poco de alegría y felicidad. Recuerda a Dom Pierre Pérignon que, al beber el primer espumante, exlamó:
¡Venid, que estoy bebiendo las estrellas!
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