A sus 27 años ya es jefe de cocina del famoso restaurante Gustu de La Paz.
Mauricio López comenzó a cocinar a los 19 años, estudió en La Paz, y luego se fue a Copenhague con una beca por tres meses, donde estuvo trabajando en diferentes restaurantes como Noma de Claus Meyer. Posteriormente regresó a Gustu y comenzó su entrenamiento como cocinero, después de un año se fue a seguir trabajando en restaurantes de Bilbao, como el reconocido Azurmendi y en Lima.
“En mis vacaciones me gusta ir a otros restaurantes a tener experiencias”, dice Mauricio y comenta que los sabores que más le gustan tienen que ver con la etapa en la que se encuentre.
“La cuestión de experimentar me gusta, pero estoy viendo hacia atrás y buscando sabores más familiares”.
En su familia la cocina es una tradición, uno de sus abuelos tenía un restaurante en La Paz, y asegura que siempre ha visto cocinar a sus papás.
“La filosofía de Gustu es algo que hemos ido desarrollando todos juntos. La idea es que sean productos locales, responsables con la naturaleza y frescos; es una mirada diferente”, asegura el chef respecto a su trabajo en Gustu, donde ha desarrollado la mayor parte de su formación y carrera.
“Sobre todo, somos un equipo. En Gustu tomamos las decisiones juntos para tener mejores resultados”, dice Mauricio quien reconoce entre sus maestros a la también chef de Gustu Kamila Seidler y al vasco Eneko Atxa, entre otros.
En esta ocasión Mauricio comparte con los lectores de Paladar, una receta hecha con ingredientes especiales, que forman parte de toda esta filosofía de valorar los productos locales, que se maneja en Gustu.
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