A los 18 años, cuando finalizó sus estudios en la secundaria, Alejandro Florentín supo que la cocina dejaría de ser una afición para pasar a ser su mayor pasión.
Aprendió a cocinar desde muy chico, primero por la influencia de la familia y luego, ya un poco más grande, por la curiosidad que se despertaba en él cada que probaba distintas combinaciones con los sabores.
“Una de las cosas que más disfruto en la cocina aparte del estrés del momento, es encerrarme en los fuegos y cocinar sin tener en cuenta el tiempo”, confiesa.
Para este chef, la concentración y la creatividad van de la mano cuando se trata de la creación del “plato perfecto”.
Como consejo para quienes se adentran en el mundo de la cocina, Alejandro sugiere que mantengan la perseverancia y no abandonen la profesión a pesar de los muchos obstáculos que esta trae consigo en el camino, “ya que la suma de todos estos esfuerzos es lo que puede convertirlo a uno en un verdadero chef”.
Contactos: 69842115
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