INGREDIENTES
1 pote de 320 grs. de queso blanco, 3 cucharadas soperas de azúcar, 3 huevos, 400 cm3 de leche, 1/2 taza tamaño té de azúcar, dulce de leche para acompañar a gusto, hojas de menta para acompañar cantidad necesaria, frutilla fileteada para acompañar.
PREPARACION
1 Pasar
el queso blanco a un bol. Agregar el azúcar, los huevos y volcar la mezcla en la leche. Mezclar bien.
Nota.- Si gusta puede utilizar queso Filadelfia.
2 Volcar la mezcla
a una flanera acaramelada y cocinar a baño María, en el horno precalentado a temperatura moderada, durante 1 hora o hasta que al introducir un palillo, al sacarlo no tenga adherencias.
3 Retirar del horno
y dejar entibiar, dentro del molde, temperatura ambiente. Desmoldar, sobre un plato y servirlo sólo o con dulce de leche, hojas de menta una frutilla fileteada.
Queso fresco
El queso blanco Es un tipo de queso blando que retiene gran parte del suero y no tiene proceso de maduración o refinado.
Se le dice queso blanco, por su color blanco de leche fresca, al queso que se consume en muchos países.
El queso blanco está hecho de leche de vaca completa y pasteurizada. La leche, también llamada por su alto valor nutritivo. La leche más balanceada es la leche de la vaca y de la cabra. Ella contiene proteínas, lípidos, glúcidos, vitaminas y elementos químicos esenciales, como el calcio. El calcio es un nutriente esencial para la formación de los huesos y contribuye a desarrollar el 90 por ciento de la armazón ósea de un ser vertebrado.
El queso es de un color blanco amarillento, tiene un sabor simple, medianamente salado y ligeramente ácido con una textura suave, de corte limpio y no pastoso. Presenta un elevado contenido de humedad, mayor del 50 por ciento , alrededor de 45 por ciento de grasa y un contenido de sal que oscila entre 1-3 por ciento .
Por ser un queso fresco, se debe almacenar siempre bajo refrigeración a una temperatura entre 3 - 5 grados centígrados.
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