sábado, 7 de enero de 2012

El secreto para lograr una rica carne al horno

La carne asada es deliciosa. Asarla en el horno es una buena opción, sobre todo, cuando no se tiene acceso a una parrilla. A diferencia de la parrilla, el horno proporciona una temperatura más constante y con la comodidad de estar dentro de la casa sin que afecten las inclemencias del clima. Ya sea en el supermercado o en una carnicería, seleccione un corte de carne que tenga pequeñas líneas blancas de grasa, y que tenga un color rojo brillante. Tome la carne y colóquela el día anterior en un envase con tapa con agua y sal (método de conservación salmuera). La densidad de la sal depende del tamaño de la carne y del tiempo que esté en remojo. Al día siguiente, coloque la carne o el lechón al horno y obtendrá una corteza crujiente y una carne muy sabrosa. También se puede poner en el agua una bresa, es decir: zanahorias, cebollas, apio, todo cortado en trozos, y algunas hierbas aromáticas.

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