viernes, 26 de julio de 2013

Croquetas

Conocidas, deleitadas y apreciadas por grandes y chicos desde la época de los romanos.

El origen etimológico de la palabra croqueta proviene de la palabra francesa “croquant”, que quiere decir, crujiente. Por ello, muchos historiadores afirman que fueron los franceses los que formularon la receta tal como se la conoce actualmente.

Una croqueta es una porción de masa hecha con un picadillo de diversos ingredientes que, generalmente, se reboza en huevo y pan rallado y se fríe en aceite abundante, hasta que esté dorada.

A veces, pero no siempre, se enharinan primero, luego se sacude la harina sobrante. Pueden tener forma redonda u ovalada.

El secreto para lograr unas croquetas perfectas está en trabajar la salsa bechamel con varillas, cuanto más tiempo mejor, lo ideal es conseguir una crema fluida. Otro dato útil es lograr que el rebozado sea fino, para ello no se debe pasarlas por pan más de una vez y el último tip es freírlas a la temperatura justa (si el aceite está frío se engrasan, si está muy caliente se arrebatan y ennegrecen).

La manera correcta para freírlas es que queden cubiertas por completo con aceite y si fuera oliva mucho mejor.

Se pueden conservar en el congelador, bien sea antes o después de fritas.

Puede comerse como acompañamiento, plato principal o entrada.

Siendo frecuente servirlas al lado de una ensalada.

Existen diferentes variantes de croquetas dependiendo del contenido de las mismas.

En la cocina alemana y la belga son muy populares las croquetas de papa.

En la cocina japonesa se denominan Korokke (コロッケ), y en la holandesa kroket.


No hay comentarios: