Zulma Durán (27) es una ama de casa que ha visto ‘adelgazar’ su bolsa de alimentos, debido a que cada vez están más caros. “Sé que la gente dice que hay más dinero, que estamos mejor, pero lo cierto es antes gastaba Bs 200 semanales para alimentar a mi familia, pero hoy el presupuesto se ha duplicado y en ocasiones llega hasta los Bs 500”, lamentó.
Lo cierto es que con un salario del sector público, estimado en Bs 3.023 y en el privado, de Bs 4.805, se pone en apuros a las familias, porque su capacidad de compra está calculada en solo el 25%, debido a otros gastos en servicios, transporte o salud.
De acuerdo con las consultas hechas en los mercados cruceños, un plan realista y económico para comer en casa ronda los Bs 150 a 200 por semana para una familia de dos personas, y llega a los Bs 300 por semana para una familia de cuatro o cinco personas, con hijos de más de seis años.
Para algunas familias, el costo de una alimentación saludable puede resultar un poco alto, pero para ellas los nutricionistas consultados por EL DEBER ofrecen algunos consejos para mantener los costos bajos sin sacrificar la nutrición.
“Mucha gente asume que cuesta más comer sano”, explica la nutricionista Paola Román. “Eso no es necesariamente cierto, especialmente para aquellas familias que realmente hacen el esfuerzo de enfocarse en comer sano manteniéndose dentro de su presupuesto”, indicó.
Mientras, la nutricionista Gabriela Virreira señaló que una alimentación básica sin lujos es barata y además será lo más beneficioso para la salud. En la mayoría de los casos productos muy elaborados suelen ser más costosos”, precisó.
Otra alternativa económica es la soya, cuesta Bs 6 el kilo y se pueden elaborar hamburguesas o albóndigas, milanesas y otros platillos. Hay más información sobre recetas en el sitio web de la Fundación Soya y Vida que difunde recetas elaboradas con la oleaginosa: www.soyayvida.com
En criterio del economista Napoleón Pacheco, la baja cotización del dólar subió la importación de alimentos al país, que el año pasado se incrementó un 54%, así como se registró el incremento de precios de los productos de primera necesidad en los mercados locales, alejando a Bolivia de lograr la ansiada soberanía alimentaria.
Por otra parte, el experto Armando Méndez aseguró que se registró una elevación en el precio de los alimentos básicos de la canasta familiar y una disminución en la producción.
Mientras, el economista Alberto Bonadona sugiere planificar bien las compras diarias, semanales, elaborando un menú para cada día y sin recurrir a la compra improvisada de alimentos que posteriormente no se aprovechen al máximo. “Las amas de casa deben utilizar productos de temporada, son más baratos y seleccionar buenas recetas porque Bolivia produce cereales”, afirmó.
Opinión
“Buena nutrición depende más de la educación”
Rita Medina / Nutricionista
La poca cantidad de dinero de la que dispone una familia frecuentemente se relaciona con la mala alimentación; sin embargo, los estudios relacionados con el bienestar nutricional nos muestran que la mala alimentación no siempre está ligada a la disponibilidad de dinero, sino más bien a la capacidad de darle un buen uso y a la selección de los alimentos.
Hay diversos factores que contribuyen a los beneficios de la salud y alimentación que se relacionan con la educación, está demostrado que las familias de pocos recursos y que tienen educación no sufren de problemas alimentarios, en cambio en las familias con más recursos, pero sin educación, los daños a la salud y nutrición son mayores.
Los problemas económicos por los que ha ido atravesando Bolivia en estos últimos años, así como la ausencia de una educación alimentaria, produjeron cambios en la alimentación de las familias pobres de los barrios urbanos, los cuales se realizaron sin orientación oportuna, dando como resultado deficiencias de muchos nutrientes esenciales y la inadecuada utilización de los recursos económicos de los que disponen dichas familias.
Además, la falta de cultura en higiene y manipulación de alimentos hace que las enfermedades gastrointestinales, los parásitos y otros males ocupen los primeros lugares en la prevalencia local.
Las épocas de crisis como la que estamos viviendo son un buen momento para volver a comer como lo hacían nuestros abuelos. Para lograr esto tenemos que echar mano de productos naturales y económicos como las legumbres, las papas, los vegetales, las frutas y los cereales integrales, que deben ser la base de nuestra alimentación. Todos ellos son alimentos fáciles de encontrar y combinados adecuadamente pueden ser la solución a una alimentación deficiente.
Antes de comenzar, es muy importante que siempre, por el motivo que sea, será más barato cocinar alimentos en casa que comprar comida en la calle.
El mejor consejo para comenzar es comprar alimentos que sean de bajo costo, pero de buena cantidad y calidad.
No gaste dinero en alimentos empaquetados o en vitaminas. Si los padres de familia usaran el dinero que gastan en comprar dulces o gaseosas para comprar alimentos nutritivos, sus hijos estarían más sanos. Y, desde luego que elijamos la opción que elijamos, no tenemos que caer en la monotonía. La base de una buena alimentación es la variedad.
Las amas de casa sienten la inflación
Elizabeth Vargas
Familia de tres personas
“Con relación a los últimos cinco años, antes hacía mercado con Bs 200 a 300 y duraba hasta diez días, que incluía hortalizas, productos para el aseo de la casa y carnes. Ahora, compro la mitad de lo de antes en cantidad, pero gasto Bs 500 en carnes, hortalizas y verduras y abarrotes, aparte los detergentes, y solo dura una semana. Esto es en un mercado popular”.
Marina Cerezo
familia de tres personas
“Yo hago compras dos veces al mes y me he dado cuenta de que en estos últimos días han subido mucho los alimentos. Antes compraba con Bs 300 para una quincena, porque mi familia es reducida, pero ahora debo llevar más de Bs 500 solo para adquirir los productos básicos. El tomate es de los pocos productos que se mantiene con el mismo costo y solo el pollo bajó un poco”.
Claudia Franco
Familia de cinco personas
“Compro los productos básicos, gasto un promedio de Bs 400, antes eran Bs 300 y me dura tres semanas, porque mis hijos son menores de seis años. En los últimos tiempos la carne de res está más accesible que la de pollo. A veces, compro un pollo para dos comidas y trato de que el menú sea variado, pero no traigo cereales porque no les gusta, prefieren las verduras”.
Zulma González
Familia de cinco personas
“Cada mes se hace más imposible llenar la despensa con alimentos. La plata ya no alcanza para comprar varias frutas, ahora solo se puede comprar las más baratas, ya no se puede escoger. Creo que con el tiempo comer será un lujo, porque vemos que aunque tenemos ganado, igual sube el precio de la carne y cada vez se consume menos frutas porque está carísima”.
Alimentos baratos y nutritivos
Cuando uno tiene poco dinero, es importante usarlo de una forma inteligente. Estas son algunas sugerencias para obtener más vitaminas, minerales y proteínas a bajo costo:
Alimentos con proteínas. Los frejoles, quinua, lentejas, soya, arvejas y otros alimentos parecidos (llamados legumbres) son buenas y económicas fuentes de proteína. Estos alimentos contienen aun más vitaminas cuando se les permite retoñar antes de cocinarlos y comerlos. Los huevos son una de las fuentes más económicas de proteína animal.
El hígado, el corazón, los riñones, la sangre y el pescado con frecuencia son más económicos que otras carnes y muy nutritivos.
Granos integrales. El arroz, la quinua, frejoles, el trigo y otros son más nutritivos si no se les quita su cáscara.
Frutas y verduras. Cuando almacene las frutas y verduras guárdelas en un lugar fresco y oscuro para conservar sus vitaminas. Cocine las verduras en la menor cantidad de agua posible.
Fuente: Rita Medina
Albóndigas de quinua
Ingredientes. Quinua cocida, pimentón, cebolla, tomate, huevo, harina.
Preparación. A la quinua cocida agregar una cuchara de queso, pimentón, cebolla y tomate rallados,
un huevo y formar las bolitas con un poco de harina y llevarlas a una sartén con poca grasa o al horno.
Preparar una chorrellana o ensalada de remolacha, con zanahoria y vainitas.
Costo. Alrededor de Bs 15 para tres personas.
Milanesas de berenjena
Ingredientes. Berenjenas, huevo y harina de pan.
Preparación. Pele las berenjenas, remójelas en agua con sal hasta que el agua cambie a un color café, luego rebánelas y prepárelas como la milanesa corriente con solo la clara de huevo, una cuchara de pan molido, coloque queso y tomate en rodajas encima y llévela al horno.
Se puede acompañar con ensalada
Costo. Alrededor de Bs 10, alcanza para cuatro personas.
Cazuela de lentejas
Ingredientes. ½ taza de lentejas remojadas, ¼ cebolla picada, ½ zanahoria en rodajas finas, ¼ pimentón, 1 cucharilla de aceite, ¼ taza de pulpa de tomate, 1 papa, 1 ramita de tallo de apio, 1 hoja de laurel y sal
Preparación. Hervir las lentejas ya remojadas en dos tazas de agua.
Dorar aparte la cebolla picada en una pizca de aceite, agregar la zanahoria y el pimentón, luego cubrir con tomate. Agregar la papa, el laurel, el ajo y una pizca de sal. Cocinar hasta que las verduras estén tiernas. Incorporar las lentejas en los últimos minutos. ➠ Costo. Bs 6 para dos personas
Pastel de papa y zapallo
Ingredientes. 1 papa, 1 trozo de zapallo, 1 clara de huevo, ½ cucharilla de aceite, sal, ½ taza de leche, carne molida (una porción mediana), ½ cebolla, ½ tomate, ½ pimentón, ½ zanahoria, colorante, y arvejas.
Preparación. Hacer el jigote de carne en una sartén con el aceite. La papa cocínela con el zapallo, luego mezcle con la clara de huevo y el aceite, la leche y la sal y forme un puré. Colocar el puré en una fuente para el horno, primero una capa del puré, luego jigote y luego otra capa de puré. Luego llevar al horno.
Costo. Bs 15, para tres personas
Alimentos básicos
Producto volumen Costo
Arroz kg 7
Papa @ 28
Tomate kg 4,5
Cebolla @ 28
Zanahoria 3 libras 6
Lenteja kg 8
Frejol kg 8
Soya kg 6
Zapallo kg 5
Carne de res kg 30
Análisis
“Un presupuesto sujeto a la realidad”
José Alberti. Economista
La compra de alimentos debe tener un presupuesto sujeto a la realidad de los ingresos familiares.
Elaborar un menú de comidas, esto permitirá conocer los ingredientes y las necesidades de compra.
Una lista de productos permitirá organizar la compra y así enfocarse en ella. En lo posible aprovechar la estacionalidad, comprar frutas y verduras con mayor oferta en el mercado.
Llevar siempre moneda fraccionada; al no tener cambio, se tiende a compensarlo con un producto adicional.
No llevar a los niños, ellos siempre gustan de algo y puede que la compra salga más cara.
Regatear, siempre es posible mejorar el precio o por lo menos conseguir la yapa.
Frecuencia, generalmente acudir a la misma ventera, caseras, esto puede llevar a obtener algún diferencial de precio.
Congeladora, para que nada se eche a perder es necesario realizar un proceso de conservación, para ello el uso del congelador es el mejor mecanismo.
Finalmente, recordar que el esfuerzo y la creatividad superan algunas carencias.
Análisis
“Comprar siempre a los mayoristas”
Teófilo Caballero / Economista
Las amas de casa deben proveerse de artículos alimenticios en los centro de provisión a mayoristas porque ahí los precios son más bajos; es decir, la intermediación encarece el producto. Es muy conveniente hacer compras en un solo lugar. Pero cuando se trata de frutas y vegetales, tratar de localizar un mercado mayorista. Los precios son bajos y es posible que sean más frescos y estén menos expuestos a químicos.
Sin embargo, eso implica un costo adicional, levantarse mucho más temprano para ir a los lugares de provisión e incurrir en costos de transporte. No obstante, la relación beneficio-costo será favorable para la ama de casa si hace un análisis luego de las compras.
Otra práctica que le permitirá hacer compras más inteligentes es que deben acostumbrarse a preguntar en diferentes lugares, ya que hay diferencias de precios entre un vendedor y otro. Si bien eso implica un poco más de tiempo, el beneficio también es mayor para la ama de casa.
Asimismo, es conveniente evitar las compras impulsivas en compañía de los hijos.
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