El vino que se toma, blanco, tinto o rosado, dice mucho sobre la personalidad de su consumidor, al menos según un nuevo estudio británico que entrevistó a 2.000 aficionados al elixir de Baco. La conclusión es que los amantes del tinto son más ricos y seguros de sí, en tanto los del blanco son los más tímidos, y quienes eligen el rosado gustan de pasar tiempo en Facebook e intercambiar comentarios con sus amigos.
“Se dice que se puede comprender mucho de una persona a partir de su elección de una bebida alcohólica, y en el caso del vino sin duda así parece”, dijo Gerard Basset, portavoz de French Wine with Style, una campaña para la promoción del vino francés que encargó el estudio.
De los resultados surge que los bebedores de vino tinto se sienten más cómodos consigo mismos y son más inteligentes, en tanto quienes eligen el blanco son de índole más práctica y reservada.
Por su parte, los que eligen el rosado dejaron de estudiar siendo bastante jóvenes, pero de todos modos hicieron carrera. Aman socializar y tienen una índole decididamente festiva.
En cambio, un cuarto de los consumidores de rosado quisiera cambiar de trabajo el año próximo. En cuanto a las relaciones personales, el 52% de los bebedores de tinto está casado y el 86% está contento con su relación.
Entre quienes prefieren un vaso de chardonnay o sauvignon blanc, el 85% de los solteros no busca una relación. Los amantes del pinot noir y el cabernet prefieren, además, las amistades verdaderas a las virtuales.
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