La “fiesta de la miniatura” también ofrece diversión y gastronomía. La comida es una opción familiar.
Hoy se inaugura una nueva versión de la Alasita, fiesta en la que, además de comprar cosas en miniatura, la población aprovecha la ocasión para comer. En la visita a la feria se tienen varias alternativas en cuanto a comida se refiere, ya que masitas, api con pastel, churros y choclo con queso son las opciones que pueden encontrarse. Además de lo mencionado, otro favorito que suele degustarse en estas fechas es el plato paceño. Ya sea en uno de los puestos armados o en los lugares
conocidos como “agachaditos”, el tradicional plato es uno de los más demandados por los paladares de los visitantes a la “fiesta de la miniatura”.
Costumbre y tradición. Cocineras de los mercados paceños afirman que el plato paceño es característico de la Alasita, porque representa abundancia a través de los granos de choclo y las habas, que son sus ingredientes principales. Como se lo recuerda, desde épocas antiguas era vegetariano, pero en la actualidad se le ha llegado a añadir la carne, aunque es sólo un ingrediente opcional.
El origen del plato. Según el chef Luis Ballivián, el origen del plato paceño se remonta al cerco que la ciudad sufrió en el año 1781 por el movimiento indígena liderado por Túpac Katari y Bartolina Sisa.
“El cerco duró más de tres meses y, al faltar los alimentos, el entonces capitán Sebastián Segurola mandó llamar a todos los propietarios de haciendas próximas para que recolecten todos los productos posibles. Gracias a esa acción, se logró rescatar choclos, habas, papas y quesos de oveja. Es así como surge el tradicional plato paceño”, aseguró el instructor de gastronomía de la Primera Escuela de Hotelería y Turismo de Bolivia.
El conocedor indica que el queso también cambió, ya que antes se lo preparaba con el de oveja y luego con el de vaca, pero “su estética y su sabor no cambiaron con el tiempo”.
Con algunas modificaciones, el plato es el favorito de la feria, ya que la combinación de sabores es un deleite para el paladar. Eso sí, la llajua es infaltable.
2 horas es el tiempo de cocción del choclo. Un secreto es poner azúcar en el agua.
Sabor salado y picante
El habitante de La Paz acompaña siempre sus comidas con llajua, pero en el plato paceño es en el que la disfruta más.
Ingredientes
4 choclos tiernos frescos,
sin chala
1 kilo de habas verdes
desenvainadas
8 papas con cáscara
4 rebanadas de queso fresco
1/4 taza aceite o manteca
para freír el quesillo
1 taza llajua
1/2 kilo de carne (opcional)
preparación
Hacer cocer los choclos antes y luego poner las habas. Añadir las papas con cáscara bien lavadas.
Freír en aceite caliente las rebanadas de queso. Poner un choclo en cada plato acompañado de las habas, papas y una rebanada de queso frito. Si se desea, poner carne frita. Servir con bastante llajua. Alcanza para cuatro personas.
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