El sueño que Alejandra Arteaga abraza para este año es participar en El Salón del Chocolate, que se realizará en octubre en París, con la presentación de productos elaborados con puro cacao boliviano. Ella se encuentra muy motivada por la reciente introducción de cobertura nacional para la fabricación de chocolates y por el inicio del proyecto de la Ruta del Chocolate en la ciudad de Santa Cruz.
Alejandra es chocolatera desde hace casi 20 años y asegura que su oficio requiere permanente investigación, innovación y perfeccionamiento. Para ella el camino para producir chocolates de alta calidad en Bolivia es emplear el cacao que se produce en el país.
Marcela Baldiviezo, propietaria de Chocolate Baure, comparte la misma certeza y la expresa acariciando una bolsa de granos de cacao de las selvas benianas. Sostiene que los granos de cacao boliviano son grandes, aromáticos y sabrosos y tienen un distintivo particular que los diferencia de los granos de cualquier otro lugar del mundo, y por ello, luego de diez años de haberse dedicado solo a producir pasta de chocolate para tomarla con leche, dio un salto cualitativo en su producción y comenzó a fabricar cobertura de chocolate destinada a cubrir la demanda del mercado local de fabricantes de chocolate que solo tenían a su disposición coberturas importadas.
La empresaria explica que hasta ahora el cacao boliviano solo era utilizado por las fábricas chocolateras ya establecidas y de tradición que elaboran su cobertura para consumo propio.
Marcela Baldiviezo y Alejandra Arteaga son productoras que forman parte de La Ruta del Chocolate, un proyecto realizado por el Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad) y la Cainco, con el apoyo de Soboce. Junto a ellas, otras 14 productoras apuestan por ampliar la oferta de chocolates artesanales en la ciudad de Santa Cruz y convertir su producto en un atractivo turístico.
La Ruta del Chocolate es un mapa urbano, que permite visibilizar a los productores especialmente artesanales, explica Juan Pablo Coimbra, consultor del Cepad y miembro del equipo que trabaja en la página web www.santacruz.bo, que es la plataforma desde donde se difunde información de la Ruta del Chocolate.
Coimbra precisa que este es un paso piloto para apoyar una producción específica de la ciudad y si tiene buenos resultados, se hará lo mismo con otras ofertas que hay en el mercado o con atractivos culturales, como la Ruta de la Cultura, que servirá de guía para hacer conocer los espacios culturales de la ciudad, o la Ruta de los Credos, que permitirá a los visitantes seguir un itinerario de los templos de distintas religiones que hay a lo largo de la urbe.
En el caso del chocolate, Coimbra explica que se trata de una producción que a comenzado a crecer desde hace más o menos unos diez años y que lo importante es impulsar la producción y la demanda de materia prima local.
Las productoras chocolateras generalmente son mujeres y la mayoría de ellas aprendieron su oficio en cursos.
Es el caso de Patricia La Fuente que fabrica bombones desde 2007 y desde entonces esta actividad se ha incorporado a sus ingresos. Ella es dueña de Terra Choc y fabrica bombones a pedido, especialmente para eventos sociales. Patricia explica que en todo este tiempo ha utilizado coberturas importadas, pero que ha comenzado a ofertar bombones hechos con materia prima boliviana. Aclara que la elección depende de los clientes, pues el precio de los bombones realizados con cobertura local llega hasta duplicarse.
Como productora de cobertura nacional, Marcela Baldiviezo es consciente de que no será del todo fácil introducirse en el mercado local por el tema de precios, pero señala que lo importante es comprender que la materia prima tiene manteca de cacao y no manteca vegetal que es la que baja el costo del producto hasta la mitad y, por su puesto, “tiene menor calidad”.
Coimbra considera que con la Ruta del Chocolate se impulsará la demanda de cacao boliviano y que incluso se espera que la producción pueda llegar a zonas no tradicionales. Actualmente uno de los lugares de mayor producción de cacao está en el Beni y en el norte paceño, pero dependiendo de la demanda puede expandirse a otros departamentos como Santa Cruz. Asimismo, indica que existen numerosos artesanos que trabajan en cuero, madera, joyería, entre otras ramas que también requieren ser visibilizados para que la propia gente de la ciudad y los visitantes sepan donde encontrar sus ofertas.
UN EMPRENDIMIENTO DE BAJA INVERSIÓN
La chocolatería es una empresa que se desarrolla especialmente en ámbitos femeninos y familiares. Así es que muchas mujeres comenzaron trabajando en la cocina de su casa con pedidos pequeños y poco a poco están ampliando su negocio.
Marcela Baldiviezo considera que algunas chocolateras emprendedoras necesitan el apoyo institucional y que lo primero que requieren para poder acomodar sus productos en supermercados es una autorización del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), pero cuando quisieron sacarla les pidieron una serie de requisitos como si se tratara de grandes empresas. Señala que lo ideal es que se les pueda otorgar un certificado de productoras artesanales.
COMO UNA ACTIVIDAD PARALELA
Yahny Peters produce alfajores, chocolate blanco, negro y rellenos de distintos sabores desde hace tres años, lo hace como una actividad paralela a su trabajo pues durante el día es contadora en una oficina. Ella trabaja entre tres y cuatro noches por semana para responder a los pedidos de sus clientes, que durante este tiempo ya se hicieron habituales y que siempre hay otros que se suman.
Explica que comenzó realizando algunos cursos sobre chocolatería y que lo más importante fueron algunos secretos de este arte que le transmitió su abuela que vive en Costa Rica. Yahny observa que su negocio ha crecido y que es probable que con el tiempo le dedique el tiempo completo a su producción. Indica que se trata de una elaboración muy cuidadosa y siempre con la ayuda de aire acondicionado, pues el tratamiento del chocolate necesita temperaturas bajas. Ella es una productora que no se encuentra dentro de la Ruta del Chocolate.
Así como la oferta de Yahny es variada, lo es en toda la producción chocolatera en Santa Cruz. En la que se ha visto interesantes innovaciones de sabor, así se pudo degustar en la Feria del Chocolate que se realizó en la Cainco, a fines de diciembre, donde hubo varias propuestas exóticas, como chocolates con locoto y frutas nativas.
Cacaotales de Baures
Uno de los principales centros de producción de cacao en Bolivia es el municipio de Baures, ubicado en el departamento del Beni.
Más del 80% de la población sustenta su economía en el cacao, que es vendido a distintas empresas chocolateras del país.
Su tradición productora de cacao orgánico y de alta calidad le mereció el título de Capital del chocolate silvestre en Bolivia. En este municipio hay más de 6.000 hectáreas de bosques con Cacao silvestre
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