1 kilo de papas peladas y cortadas en cubos medianos, 1 trozo de 300 gramos de jamón cortado en cubos, 300 gramos de queso cortado en cubos, 1 frasco chico de queso blanco, 200 centímetros cúbicos de leche, 2 cucharas de perejil picado, mantequilla cantidad necesaria para untar, 150 gramos de queso rallado, sal y pimienta a gusto.
PREPARACIÓN
Cocinar los cubos de papa en abundante agua a punto ebullición, hasta que estén tiernos pero firmes. Retirarlos, escurrirlos y cortar su cocción sumergiéndolos en agua fría.
Pasarlos a un bol y agregarles el jamón cocido, el queso fresco, el queso blanco, la crema de leche, la mitad del perejil picado.
Salpimentar la mezcla a gusto y colocarla en un molde apto para horno untado con mantequilla; espolvorearla con el queso rallado y cocinarla en horno precalentado entre 10 y 15 min a temperatura moderada (debe quedar cremosa y dorada en la superficie).
Retirarla del horno, espolvorearle el resto del perejil picado y servirla de inmediato.
La ensalada
Es recomendable acompañar este delioso plato con una ensalada, ya que las ensaladas brindan una gran cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales para el cuerpo y llegan a ser una excelente combinación.
Uno de los alimentos que primero consumió el hombre desde que hizo su aparición sobre la faz de la tierra fue la ensalada.
Hay que pensar que, ya desde los tiempos prehistóricos, los seres humanos aprendieron a aumentar, modificar y combinar los diferentes sabores que les proporcionaban las plantas, con el fin de convertir el alimento en manjar; es decir, con el propósito de hacer agradable la necesidad de comer.
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