“Se registró un incremento del 18 por ciento en el riesgo de mortalidad cardiovascular con el consumo de carnes rojas no procesadas y del 21 por ciento en el caso de las carnes procesadas. En cuanto al cáncer, los aumentos de riesgos fueron el 10 y el 16 por ciento, respectivamente.”
El consumo de carnes rojas aumenta los riesgos de mortalidad por cáncer y enfermedades cardiovasculares pero esos riesgos pueden reducirse con ingerir legumbres, frutas secas y pescados, según un estudio que publica Archives of Internal Medicine.
"Nuestro estudio añade pruebas de los riesgos que presenta para la salud el consumo de grandes cantidades de carnes rojas, asociado en otros estudios con diabetes tipo 2, enfermedades coronarias y cardiacas, infarto y ciertos cánceres", afirmó An Pan, del Departamento de Nutrición en la Universidad de Harvard.
El equipo investigador observó los datos recogidos durante 22 años acerca de 37.698 hombres registrados en el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la salud, y durante 28 años de 83.644 mujeres en el Estudio de Salud de las Enfermeras.
Todos los pacientes estaban libres de enfermedades cardiovasculares y cáncer al comienzo del período de los registros, y las dietas se evaluaron mediante cuestionarios recogidos cada cuatro años.
Los datos documentaron en los dos estudios un total de 23.926 muertes, de las cuales 5.910 se debieron a enfermedades cardiovasculares y 9.464, a cáncer.
Estos resultados mostraron una vinculación de una porción diaria de carnes rojas no procesadas con un incremento del 13 por ciento en el riesgo de mortalidad, y una porción diaria de carnes rojas procesadas (como salchichas o tocino) se relacionó con un aumento del 20 por ciento en el riesgo de muerte.
Entre las causas específicas, los científicos registraron un incremento del 18 por ciento en el riesgo de mortalidad cardiovascular con el consumo de carnes rojas no procesadas y del 21 por ciento en el caso de las carnes procesadas.
En cuanto al cáncer, los aumentos de riesgos fueron el 10 y el 16 por ciento, respectivamente.
Estos estudios tuvieron en cuenta otros factores de riesgo para las enfermedades crónicas tales como la edad, el índice de masa corporal, la actividad física y el historial familiar de enfermedad cardiaca y cáncer.
La carne roja, y especialmente la carne procesada, contiene ingredientes que aparecen vinculados a un mayor riesgo de enfermedades crónicas, entre ellos hemohierro, grasas saturadas, sodio, nitritos y ciertos cancerígenos que se forman al cocinar.
La sustitución de una porción diaria de carne roja con una de fuentes de proteína más saludables apareció vinculada con riesgo menor de mortalidad por esas enfermedades: el 8 por ciento en el caso del pescado, el 14 por ciento para las carnes de aves, el 19 por ciento para las frutas secas, el 10 por ciento para las legumbres, el 10 por ciento para los productos lácteos sin grasa y el 14 por ciento para los granos integrales.
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