El apetito de muchos se extiende más allá de las comidas típicas y tradicionales; ahora, los insectos son materia de manjares.
En China como en el resto de los países asiáticos, una de las características peculiares son las comidas exóticas, que no todos se atreverían a probarlas por el aspecto que poseen. Quizás un escorpión frito no sepa igual que un buen pescado, pero, sin duda, comerlo formará parte de una cadena de experiencias difíciles de olvidar.
No es lo que se ve. La variedad de comida en China y la existencia de alimentos denominados exóticos al otro lado del mundo también pueden hallarse en nuestro medio. Whog, propietario de una chifa en La Paz, de la cual prefiere reservarse el nombre, aclara que estos alimentos no son aptos para todos los estómagos, sobre todo si eres una persona delicada con la comida. “Lo más recomendable es probar algo que no te dé mucho asco y comprobar que el sabor es mucho mejor de lo que nos dice su aspecto: que son apetitosos”.
Entre los platillos a degustar están una rica brocheta de escorpiones o gusanos con un poco de salsa de soja. Hay una gran variedad de insectos para elegir: escarabajos, gusanos y escorpiones. Asimismo, Whog cuenta que en China existen muchos lugares en los que sirven estos alimentos, pero que en Bolivia no son aceptados por la sociedad.
10 clases de insectos son comestibles en Bolivia. Las larvas del motacú tienen sabor a papa.
La biblia los recomienda como alimento. La entomofagia, o práctica de comer insectos, es tan antigua como la Biblia. En Levítico 11:22-22 se dice: “Pero de todo insecto alado que ande sobre cuatro patas, comeréis el que, además de sus patas, tiene zancas para saltar con ellas sobre la tierra. De ellos comeréis éstos: toda clase de langosta, de langostín de grillo y saltamontes”.
Beneficios. A pesar de la apariencia que tienen, su consumo es beneficioso para la salud, comer insectos previene el colesterol y mantiene la glucosa en un nivel apropiado.
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