Seguramente usted, como todos, disfruta una noche de ronda para anclar la sed frente a un barman de confianza o para hacer mucho barullo en un local con los amigos. Pero tómese un momento para pensar que de vez en cuando preparar un cóctel en casa, en su espacio íntimo y escuchando la música que usted elija, es un placer diferente y muy recomendable.
Para explorar las ventajas de este nuevo placer y su casa pueda convertirse en un hogar, no puede faltar un buen bar. Y esto no exige ni la tradicional barra ni una gran infraestructura. Apenas ciertas herramientas, productos frescos y bebidas. Es hora de retomar lo mejor de nuestra historia y revivirlo dándole un nuevo brillo.
EL LUGAR. En su casa debe haber un lugar donde recibe a la gente, donde descansa luego de la jornada de trabajo esperando la noche, aquel sillón para leer, su espacio tanto íntimo como social para el placer. Cerca debe estar el bar. Uno bebe para disfrutar. No es necesario un gran espacio, quizás una mesa pequeña, hasta algún baúl, hasta una bandeja posada sobre la mesa o en un estante de la biblioteca. Corra algunos libros y deje espacio a la cultura de la bebida.
LAS HERRAMIENTAS. Hay que partir de lo simple. Las dos herramientas principales para la preparación de cócteles son un vaso de composición y una coctelera. Se pueden sumar mortero, tabla, un cuchillo pequeño y de buen filo, y una hielera con pinza. El tema de la licuadora es algo aparte; puede tenerla, aunque los cócteles que se preparan con ella no son de los preferidos de ningún “bartender”. Pero puede servirle en reuniones masivas para aplacar la sed tropical de sus invitados.
PRÁCTICA. Se recomienda ir preparando distintos cócteles todos los días. Esto hará crecer a pasos agigantados su habilidad. Y hará que roten los productos destinados a su tarea. Puede reservar un lugar de la heladera para guardar frutas tradicionales y fáciles de conseguir todo el año (limones, pomelos, manzanas verdes), y otro para las que sólo se compran frescas: maracuyá, frutillas, duraznos, ciruelas, limas o mandarinas.
Tenga también menta fresca, latas de gaseosa lima-limón, jugo de tomates, tónica, algún sifón de soda, aceitunas y cerezas al marrasquino. Sume a su bar azúcar, salsa tabasco e inglesa, sal, molinillo de pimienta y llene su heladera con hielo.
VASOS Y COPAS. Su cocina está equipada con platos, cubiertos, vasos y copas. Arme un mundo aparte. No pueden faltar copas cóctel (las conocidas también como copas de martini, aquellas con forma de V y un pie de cristal), vasos largos, otros de whisky, y ya si decide dar un paso más, copas de licor, de Cognac y vasos de shot.
BEBIDAS
Lo básico
No arranque por las excentricidades como licor de fruta de pasión de algún país exótico, ni por un Cognac millonario, ni el single malt de la isla más indómita de Escocia. Comience por los básicos, elija aquellas que más le gustan y siempre elija bebidas de calidad. Un buen comienzo es dotarse de todo aquello que servirá para los aperitivos antes de una cena íntima o con amigos, como el Martini Rosso, Bianco y Dry, Cinzano, Campari, Cynar, Gin, Fernet, Gancia, Ron.
En una segunda etapa adéntrese en las mieles del vodka, los blend whiskys, el buen tequila y los licores de calidad. Ya en un nivel superior avance sobre el Oporto, el Cognac, Single Malts de diversas regiones de Escocia (whiskys de una sola malta), Rones de 8 años o más y de distintos países caribeños, vodkas ultrapremium Rusos, Suecos, Franceses o de los Estados Unidos, y variedad en Gin y licores europeos.
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