7 tazas de agua
½ kilo de carne de res cortada en trozos
½ kilo de chalona
Sal al gusto
½ taza de habas peladas
½ taza de arvejas peladas
1 zanahoria pelada y cortada en bastoncitos
4 papas peladas y cortadas en bastoncitos
1 taza de chuño remojado, pelado y matajado
½ taza de maíz blanco cocido
3 cucharas de aceite
1 cebolla blanca picada
2 cucharitas de ají colorado molido
1 cucharilla de orégano
Sal pimienta y comino
¼ taza de cebolla verde picada fina
Perejil picado y hierba buena
Chairo
La comida típica paceña
se ha desarrollado con un sentido más práctico que “gourmet”, y aun así ha generado sabores y aromas que hoy se reconocen como exquisitos y apropiados para servirlos democráticamente en cualquier mesa, tanto por su agradable sabor (gracias a los secretos de su sazón aymara), así como también por su alto contenido de nutrientes.
La historia nos cuenta que esta sopa de origen mestiza, al parecer junto con el plato paceño, son parte de la tradición de la ciudad sede de Gobierno desde 1781 fecha en la cual Tupac Katari habría cercado la ciudad de La Paz en dos ocasiones, sembrando hambre y destrucción entre los españoles que en ese entonces la habitaban.
Según el inventario de platos típicos de Bolivia, publicados en el portal en internet del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz ( bajo la Dirección de Promoción Turística).El día 24 de enero de ese mismo año el Gobernador Segurola instauró como fecha de celebración de la feria de Alasitas, en homenaje de gratitud a La Señora de La Paz y al amuleto del “Ekeko”, bajo cuyas protecciones, aseguraba él , la ciudad y su familia habían sobrevivido a los cercos.
Por ello en dicha ocasión se realizaron nutridos y solemnes festejos con los que la ciudad celebró. Entre las comidas elaboradas se compartieron el chairo y el plato paceño. Desde entonces estos deliciosos platillos son
infaltables en el menú del 16 de julio.
Esta sopa (preparada con chuño, carne de cordero, papas, hojas de repollo, cebolla, queso de oveja y condimento) nos aporta energía y hace que la temperatura del cuerpo aumente, nos ayuda también a que las reservas de calorías del cuerpo se mantengan como debe ser durante un clima frío.
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